STJUE: El fabricante de vehículos no puede supeditar el acceso de los talleres independientes al DAB a condiciones (extra legales).

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El artículo 61, apartado 1, del Reglamento 2018/858 impone a los fabricantes de automóviles la obligación de conceder a los agentes independientes el acceso a la información contemplada en esa disposición. Tal información debe presentarse en un formato que pueda ser objeto de un tratamiento electrónico.  El acceso se contempla aquí como un requisito imprescindible para el mercado interior europeo de los talleres de reparación de vehículos a motor, hasta el punto de que ni siquiera las alegaciones relativas a la ciberseguridad del automóvil constituyen una base jurídica suficiente para la excepcionalidad

Arija-Burgos- Ebro

En el asunto subyacente a la sentencia  del TJUE en el asunto C-296/22 que resuelve un procedimiento prejudicial. el fabricante de automóviles restringía el acceso al sistema de Diagnostico a Bordo (DAB) de ciertos agentes independientes.  FCA Italy SpA, fabricante imponía requisitos de acceso a la información contemplada en el artículo 61, apartado 1, del Reglamento 2018/858, distintos de los previstos en ese Reglamento, y más gravosos para los talleres de reparación de vehículos, independientes de la red de concesionarios de FCA. Entre esos requisitos, obligaba a utilizar una conexión de la herramienta de diagnóstico (DAB) a través de un servidor de Internet designado por el fabricante,  previo registro de los agentes independientes ante ese fabricante: tales requisitos han sido declarados incompatibles con el Derecho de la UE

  • El TJUE ha clarificado que la obligación de permitir el acceso tiene un alcance más amplio que el de conceder la mera lectura (véase también en este sentido de amplitud STJUE Gesamtverband Autoteile-Handel, C‑527/18, en sus apartados 26 y 34). La facilidad de acceso está relacionada con la libre competencia en el mercado de los talleres de reparación de automóviles en la Unión Europea.
  • Subraya que los fabricantes de automóviles deben facilitar a los agentes independientes un acceso sin restricciones, normalizado y no discriminatorio a la información relativa al sistema DAB, en el sentido del artículo 3, punto 49, de Reglamento 2018/858, al equipo de diagnóstico y de otra clase, a las herramientas y a la información sobre la reparación y el mantenimiento de los vehículos, en el sentido de dicho artículo 3, punto 48.
  • Añade que la información debe presentarse de una manera fácilmente accesible en forma de conjuntos de datos de lectura mecanizada y susceptibles de tratamiento electrónico

Por otro lado, el TJUE recuerda (apartado 26) que al interpretar el Derecho de la UE, junto con su tenor literal debe tenerse en cuenta el contexto en el que se inscribe y los objetivos perseguidos por la normativa de la que forma parte. En este sentido, remite a lo ya establecido en la sentencia de 9 de junio de 2022, Imperial Tobacco Bulgaria, C‑55/21, apartado 44 y jurisprudencia citada en esta resolución ). Y añade que la elaboración y  génesis de las disposiciones y preceptos de derecho positivo pueden ofrecer elementos pertinentes para la interpretación (como también se deduce del apartado 47 de la STJUE de 10 de diciembre de 2018, Wightman y otros, C‑621/18,), por lo que en este asunto concreto, sería evidente que las medidas de seguridad (y ciberseguridad)  del fabricante «no deben comprometer las obligaciones de tales fabricantes de vehículos de proporcionar acceso a información exhaustiva de diagnóstico y datos del vehículo para fines de reparación y mantenimiento de vehículos Y además, que el alegado Reglamento 155 de UN, conforme a su punto 1.3, debe entenderse sin perjuicio de la legislación regional o nacional que rige el acceso de partes autorizadas al vehículo, sus datos, funciones y recursos, así como las condiciones de dicho acceso

Falla el TJUE que el artículo 61, apartados 1 y 4, del Reglamento (UE) 2018/858 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018, sobre la homologación y la vigilancia del mercado de los vehículos de motor y sus remolques y de los sistemas, los componentes y las unidades técnicas independientes destinados a dichos vehículos, debe interpretarse en el sentido de que se opone a que un fabricante de automóviles supedite el acceso de los agentes independientes a información sobre la reparación y el mantenimiento de los vehículos, así como a la información del sistema de diagnóstico a bordo, incluido el acceso a esa información para escritura, a requisitos distintos de los establecidos en el referido Reglamento.

Publicado por

Elena F Pérez Carrillo

Doctora en Derecho. Profesora de Derecho Mercantil Universidad de León