AL PROFESOR OLIVENCIA IN MEMORIAM

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Como recordara con acierto mi maestro, el Prof. Otero Lastres (http://abcblogs.abc.es/puentes-palabras/2018/01/02/2526/), se nos va otro gran Maestro del Derecho Mercantil, el Profesor Dr. D. Manuel Olivencia Ruiz, Catedrático que fue de la Universidad de Sevilla, del que tantas enseñanzas hemos podido obtener los estudiosos de esta parcela del Ordenamiento Jurídico.
Manuel Olivencia cuenta con una amplísima producción científica, goza de un extraordinario reconocimiento y se sitúa, sin duda, entre los protagonistas destacados de nuestra disciplina.
Se va Olivencia dejándonos un valioso legado, del que podrán aprovecharse las sucesivas generaciones de mercantilistas, tal y como ha venido ocurriendo con los otros grandes maestros del Derecho Mercantil que ya no están físicamente con nosotros. Entre sus sabias reflexiones, realizadas con ocasión de su disertación sobre nuestra disciplina, al margen de las puramente científicas sobre nuestra materia, destacan algunas con una proyección general para la vida, de las que dejo constancia. Traigo aquí a colación, precisamente, lo que él mismo escribiese en el Discurso leído en la Solemne Apertura del Curso Académico 1999-2000 en la Universidad de Sevilla “De nuevo, la Lección 1ª. Sobre el concepto de la asignatura” (Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1999), en el que manifestara, con su verbo refinado y certero:

“…lo peor del tiempo no es el envejecimiento que causa, sino la rapidez con que escapa…

…la Universidad tiene dos fórmulas de elixir de juventud que permiten ahuyentar la vejez: la comunicación con el alumnado, siempre joven, y el estímulo del interés por lo nuevo, siempre renovado…

… la ciencia no es sólo avance, sino revisión; que no hay metas alcanzadas, sino propuestas; que enseñar, más que impartir conocimientos, es proponer pensamientos, someterlos a crítica y a contraste; que el docente ha de mirar al pasado, sin convertirse en estatua de sal, y al futuro, sin convertirlo en ficción”.

Nuestra gratitud al Maestro por sus enseñanzas, que pueden servir para alumbrar el conocimiento, la investigación,  la enseñanza  y la puesta en práctica del Derecho Mercantil . Descanse en paz, Maestro. Sit tibi terra levis.