El proyecto del Tranvía al Complejo Hospitalario de León no contará con Evaluación de Impacto Ambiental.

 

El Boletín Oficial de Castilla y León del 16 de junio de 2011 publica la resolución de la Delegación Territorial de León por la que se hace pública la decisión de no someter al procedimiento de evaluación de impacto ambiental al proyecto “Tranvía de León, tramo calle Peregrinos – Complejo Hospitalario” promovido por FEVE.

Es preciso recordar que las obras anunciadas desde hace varios años para la construcción de una red de tranvía, con diferentes tramos repartidos por la ciudad de León, ha cosechado polémicas, denuncias y movimientos vecinales, unos a favor y otros en contra, que hacen pensar que infraestructuras de este calado en una ciudad como León provocan opiniones de todo tipo que, al menos, merecen ser escuchadas y tenidas en cuenta para poder tomar decisiones lo más acertadas posible.

Sin entrar en la necesidad o no de contar con líneas de tranvía en León, que aprovechando la coyuntura recuerdo que no es plato de mi devoción, es curioso leer la argumentación de la Administración para no proceder a iniciar el trámite de evaluación de impacto ambiental de este proyecto.

La resolución, una vez identificado el proyecto en el que no se incluye curiosamente una subestación de tracción que alimente las instalaciones de corriente continua a 750 V  que son necesarias para que los tranvías puedan funcionar, se centra en la contestación de las alegaciones presentadas y en la constatación de que la zona afectada por las obras no cuenta con humedales, zonas costeras, reservas naturales o parques, bosques, áreas protegidas de naturaleza o fauna, paisajes con significación histórica, etc… Desde luego para darse cuenta de estos aspectos no hace falta redactar un Estudio de impacto ambiental.

Pero un proyecto de estas características tiene otra serie de impactos evaluables en un estudio serio y completo que posiblemente nos quedaremos sin conocer, como por ejemplo:

 

  • La aceptabilidad social del proyecto.
  • El aumento del riesgo de accidentes en la zona afectada.
  • La alteración del planeamiento urbanístico.
  • La alteración del factor “calidad de vida”
  • Las alteraciones de la estructura socioeconómica local.
  • La modificación de los hábitos de la población afectada.

Unos podrán ser positivos y otros negativos. Pero desafortunadamente  la decisión de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León de no someter el  proyecto al procedimiento de Impacto nos dejará sin poder evaluar estos factores, tan importantes, al menos, como las afectaciones del medio natural.

 

 

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